Que los niños tengan miedo a enfrentarse al dentista y al sillón dental,  es una gran preocupación para los papás porque además muchas veces estos miedos son propios de los padres y  son transmitidos consciente o inconscientemente a los hijos.

Entregar una experiencia positiva en el sillón dental es lo mejor que el odontopediatra puede hacer para incorporar al niño a la atención odontológica. Pero cuando ya se ha enfrentado a experiencias negativas, reconstruir esa relación de confianza es una tarea difícil, que demanda talento y experiencia del odontopediatra, debido a que hay que volver a encantar al niño con la atención odontológica.

La sensación de seguridad es importante pues en la medida que nos sentimos seguros comprendidos y acogidos, confiamos. Y con los niños, más aún. Siempre decir la verdad y no usar el engaño o amenaza como estrategia, pues se vuelve en contra de lo que deseamos.

A veces es mejor realizar algunas sesiones de manejo del niño, con el fin de construir confianzas con el dentista, pues esa cercanía permitirá acciones lúdicas y educativas inicialmente y duraderas en el largo plazo.

Muchos casos pueden ser atendidos de manera convencional en el sillón dental, pero también muchos otros requerirán atención bajo sedación, con el afán de resolver de mejor manera la situación odontológica.

En el caso que se necesite de atención bajo sedación, se requerirá de un equipo interdisciplinario conformado por uno o más odontólogos especialistas, un médico anestesiólogo que se preocupe de la parte médica y monitoree constantemente el procedimiento, como también de personal auxiliar, para que el procedimiento se lleve a cabo de buena forma.


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Dra. Isabel González

Odontopediatra

Cirujano Dentista Universidad de Chile | Especialista en Odontopediatria CONACEO |Especialista en Pacientes con Necesidades Especiales en Salud, Universidad Sao Leopoldo Mandic (Sao Paulo, Campinas, Brasil)


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